Disney ha llevado a cabo una nueva oleada de despidos, afectando a cientos de empleados principalmente en su sede de Los Ángeles. Estos recortes, que forman parte de una serie de reducciones que la compañía ha implementado en los últimos diez meses, impactan fuertemente la división de Entretenimiento, abarcando áreas como la publicidad, marketing, casting, desarrollo y el departamento financiero. La empresa busca adaptarse a los cambios en la industria de la televisión tradicional y operar de manera más eficiente, aunque no ha revelado el número exacto de trabajadores afectados. Esta medida es parte de un esfuerzo mayor para reducir costos, siguiendo un patrón de ajustes que previamente afectó a otros sectores dentro de Disney, como los de noticias y entretenimiento en cadenas como ABC.
El regreso de Bob Iger al liderazgo de Disney a finales de 2022 marcó el inicio de un plan de reestructuración financiera, en respuesta a los desafíos creados por la pandemia y la presión competitiva en el mercado del streaming. Este plan incluyó un recorte significativo de 7.500 millones de dólares y la eliminación de 7.000 puestos de trabajo a principios de 2023. Además, Disney está reubicando parte de su producción, trasladando funciones técnicas a ubicaciones más económicas como México y Connecticut para el canal ESPN. Esta estrategia refleja un intento de reducir costos y realinear operaciones en un contexto de guerra de accionistas y contracción en su servicio tradicional de televisión.
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