La llegada de estudiantes extranjeros a Estados Unidos experimentó en agosto una caída del 20% respecto al mismo mes del año anterior, marcando el mayor descenso desde la pandemia. Este cambio impacta tanto a los nuevos estudiantes que ingresan al país como a aquellos que regresan tras sus vacaciones, y excluye a los estudiantes que llegan por tierra desde México y Canadá. Las políticas migratorias implementadas durante el segundo mandato de Donald Trump han contribuido a esta disminución, con restricciones de viaje y visados, incluyendo la amenaza de deportación para ciertos grupos de estudiantes, y una suspensión temporal en la concesión de visados a aspirantes de universidades como Harvard.
En este contexto, las universidades canadienses se han beneficiado del cambio, viendo un aumento en la matriculación de estudiantes internacionales. Especialmente afectados se han visto los estudiantes asiáticos, que tradicionalmente componen más del 70% de los extranjeros en Estados Unidos, con una disminución del 24% en sus llegadas. Los estudiantes indios y chinos, que representan una gran parte del alumnado internacional, también han sufrido descensos significativos. Mientras que los estudiantes europeos han mantenido un nivel estable de llegadas, otros grupos como los africanos y latinoamericanos han visto variaciones en sus cifras, con importantes reducciones dentro de ciertas nacionalidades debido a las estrictas condiciones de visado.
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