Con la llegada de las fiestas, muchos experimentan un periodo de tranquilidad y relajación, acompañado frecuentemente de la tentación de disfrutar de placeres gastronómicos típicos como el roscón de reyes y los turrones. Durante esta época festiva, es común escuchar que la mayoría de las personas ganan alrededor de tres kilos debido a los excesos alimenticios. Sin embargo, este incremento de peso no tiene por qué ser un motivo de preocupación irreversible. Existen guías y recomendaciones que pueden ayudar a minimizar el impacto de estos pequeños excesos, brindando estrategias para mantener un equilibrio entre el disfrute de las festividades y el cuidado personal.
Entre las sugerencias más destacadas se encuentran la moderación y la elección inteligente de lo que se consume. Tomarse el tiempo para planificar las comidas y optar por porciones más pequeñas puede hacer una gran diferencia. Además, es fundamental mantenerse activo durante los días festivos, ya sea mediante paseos cotidianos o actividades deportivas sencillas que compensen el incremento calórico. Adoptar hábitos saludables no implica renunciar por completo a los placeres culinarios de la temporada, sino más bien disfrutar con consciencia y moderación. Así, se puede regresar a la rutina habitual después de las fiestas, sin haberse desviado demasiado de los objetivos de salud y bienestar personal.
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