La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha declarado que el actual sistema de asilo en Europa se encuentra en un estado crítico, recalcando su ineficiencia a la hora de gestionar las solicitudes de refugio. Desde que asumió la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, Frederiksen ha manifestado su firme intención de promover reformas significativas en las políticas de asilo durante su mandato. Estas reformas se centrarían en establecer procesos más equitativos y eficaces para abordar el creciente número de solicitantes de asilo que llegan al continente.
En línea con estas políticas, el Gobierno de Frederiksen ha lanzado una iniciativa para incentivar el regreso voluntario de refugiados sirios a su país de origen. Las autoridades danesas están ofreciendo hasta 80.000 euros a las familias sirias que opten por regresar a su patria, como parte de un plan más amplio de gestión migratoria. Esta medida ha generado un debate sobre su ética y eficacia, ya que algunos críticos argumentan que podría presionar a los refugiados a regresar a un entorno inseguro antes de tiempo.
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