No ha habido sorpresas en el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) celebrado este miércoles, donde se ha elegido al magistrado Dimitry Berberoff como vicepresidente del Tribunal Supremo. La propuesta, realizada por la presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, fue aprobada sin necesidad de votación, contando con el asentimiento unánime de los vocales. Además, durante la sesión, se acordó la composición de las comisiones del consejo: las presidencias de las comisiones permanente, disciplinaria y de asuntos económicos serán ocupadas por progresistas, mientras que las de calificación e igualdad quedarán bajo la dirección de vocales conservadores.
La elección unánime de Berberoff busca enviar un mensaje de apoyo a Perelló, quien debutaba como presidenta del órgano. Sin embargo, su perfil no cuenta con el beneplácito de algunos miembros del grupo progresista, quienes han manifestado reservas debido a que Berberoff era hasta hace poco vicepresidente de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Pese a estas objeciones, todos los vocales han aceptado finalmente la propuesta, evitando así posibles divisiones internas. Esto contrasta con situaciones anteriores, como el rechazo a la propuesta de la magistrada Ana Ferrer por parte del bloque conservador, quienes argumentaron su destacada pertenencia a JJPD, un grupo de corte progresista.
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