España ha sido ubicada en el puesto 20 del último ranking global, encontrándose tras países como Noruega e Italia, pero superando a naciones como Austria y Arabia Saudí. Este listado, que mide diversos indicadores de desarrollo y competitividad, refleja la posición de España en el contexto internacional, destacando por su desempeño adecuado en áreas clave a pesar de los desafíos económicos y sociales que enfrenta. El avance con respecto a otros países de su entorno inmediato confirma cierta estabilidad y capacidad de mejora en varios sectores.
Aun así, las comparaciones con países como Noruega, que ocupa los primeros puestos, ponen de manifiesto las áreas donde España necesita enfocar más esfuerzos para avanzar en el ranking. Aspectos como la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental y la calidad educativa son componentes cruciales que podrían impulsarla en futuras evaluaciones. La cercanía en puntuación con países como Italia también sugiere una competencia regional intensa, donde cada mejora en políticas internas puede significar un ascenso o caída en el escalafón global.
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