Numerosos estudios han explorado el vínculo entre la convivencia con perros y el bienestar emocional, con resultados que generalmente no muestran diferencias significativas en la felicidad general o la propensión a la depresión entre quienes tienen mascotas y quienes no. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Emotion de la Asociación Americana de Psicología ofrece una visión diferente sobre los efectos inmediatos de la interacción con perros. Liderado por investigadoras de las universidades de California y Yale, el estudio revela que pasar solo diez minutos con un perro después de una situación estresante puede mejorar significativamente el estado de ánimo y reducir la ansiedad. En el experimento, 73 adultos convivientes con perros fueron sometidos a una prueba estresante de matemáticas y, tras ella, se dividieron en grupos que interactuaron con perros, realizaron actividades relajantes o simplemente esperaron. Aquellos que interactuaron con sus mascotas mostraron mejoras notables en el bienestar emocional.
El estudio, aunque destaca los beneficios instantáneos de la interacción con perros, es cuidadoso al señalar que estos resultados no deben interpretarse como un aumento en el bienestar general a largo plazo. Evidentemente, las interacciones breves en situaciones estresantes son beneficiosas, pero esto no implica que poseer un perro garantice una mayor felicidad o menor depresión en el tiempo. El fenómeno conocido como el ‘efecto mascota’ aún carece de pruebas concluyentes en cuanto a su impacto duradero sobre la salud mental. Además, se subraya la necesidad de considerar cómo estas interacciones afectan a los propios perros, dado que pueden llegar a reflejar el estrés y la ansiedad de sus dueños. La investigación reitera la importancia de un equilibrio en la relación humano-animal, donde las necesidades emocionales de los perros también sean cuidadosamente atendidas.
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