El Tribunal de Apelación de Nimes ha elevado la condena de Husamettin Dogan a diez años de prisión por violar a Gisèle Pelicot, después de que su esposo, Dominique Pelicot, la drogará con somníferos. Esta nueva sentencia supera en un año la dictada en primera instancia, donde Dogan había sido condenado junto a otros 50 hombres por agresión sexual y violación bajo sumisión química. La fiscalía había solicitado una pena de 12 años, enfatizando la plena responsabilidad del acusado, quien se mostró impasible ante las acusaciones.
A pesar de contundentes evidencias, que incluyen catorce vídeos que documentan el delito, Dogan continúa negando los hechos y se ha declarado a sí mismo como una víctima. Su defensa argumenta que estaba manipulado por Dominique Pelicot durante los incidentes, sugiriendo así que no podía resistir. Sin embargo, las pruebas fotográficas y audiovisuales muestran una realidad innegable, en la que los otros involucrados se mostraban complacidos ante la cámara mientras Gisèle permanecía inerte. La controversia en torno al caso resalta la complejidad de las dinámicas de poder en situaciones de violencia sexual.
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