La práctica de la restricción calórica sin supervisión médica puede conllevar a la eliminación inadvertida de nutrientes esenciales, advierten expertos en salud. Entre los nutrientes críticos que se ven comprometidos se encuentran la glucosa, los ácidos grasos omega-3 y la vitamina B12, todos ellos vitales para el funcionamiento óptimo del cerebro. Los especialistas subrayan que estas deficiencias pueden derivar en problemas neurológicos y cognitivos a largo plazo, afectando tanto la memoria como la capacidad de concentración y el estado emocional.
El seguimiento de dietas hipocalóricas sin orientación profesional no solo compromete el bienestar físico, sino también la salud mental. La vitamina B12, por ejemplo, es esencial para la producción de neurotransmisores, mientras que los omega-3 juegan un papel crucial en la protección neuronal. La glucosa, por su parte, es la principal fuente de energía del cerebro. Por ello, los expertos resaltan la importancia de un enfoque equilibrado en la alimentación, que priorice tanto las necesidades calóricas como los requerimientos nutricionales para evitar consecuencias adversas.
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