El diestro riojano Diego Urdiales brilló con luz propia en el coso de Vista Alegre de Bilbao, donde salió a hombros tras una magistral actuación en el festejo taurino, logrando cortar dos orejas al quinto toro de la tarde. Aprovechando la oportunidad de sustituir al convaleciente Morante de la Puebla, Urdiales mostró su maestría con pases naturales sublimes, cautivando a los presentes. A pesar de una inicial escasez de oportunidades en la temporada, demostró estar en uno de sus mejores momentos, entregando una faena memorable al público bilbaíno, ya desde su enfrentamiento con el primer toro del encierro, que remató con una estocada impecable.
Por otro lado, Alejandro Talavante y Borja Jiménez no lograron alcanzar el nivel mostrado por Urdiales. Talavante, que lidió con un segundo toro noble y un quinto más complicado, recibió una oreja de consuelo tras un esfuerzo poco contundente. Por su parte, Jiménez, pese a torear con valentía, no logró conectar con los toros de su lote, y aunque sus intentos fueron bien recibidos por el público, la falta de ejecución precisa le impidió destacar. El encierro estuvo compuesto por seis toros de Garcigrande, dispares en volumen y fuerza, pero en general mostraron nobleza y ofrecieron oportunidades, que solo Urdiales supo capitalizar plenamente en una tarde que reafirmó su arte y maestría.
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