La vicepresidenta segunda del Gobierno ha manifestado su rechazo al borrador del Real Decreto que prepara la ministra de Seguridad Social, calificándolo de inconsistente y poco alineado con las necesidades actuales del mercado laboral. En unas declaraciones ofrecidas tras una reunión con representantes sindicales, expresó su preocupación por el impacto que podrían tener ciertas medidas del decreto en los trabajadores más vulnerables. Además, la vicepresidenta criticó la falta de diálogo previo con las distintas fuerzas políticas y sociales antes de presentar el proyecto, subrayando la importancia de un consenso amplio para abordar reformas de calado.
Esta división en el seno del Gobierno pone de manifiesto las tensiones internas respecto a la política laboral, un tema especialmente sensible en el contexto económico actual. Fuentes cercanas a la vicepresidenta han dejado entrever que buscará hacer valer su influencia para modificar el contenido del Real Decreto antes de su aprobación definitiva. Este desacuerdo podría afectar la relación entre los diferentes ministerios y complicar los esfuerzos del Ejecutivo por proyectar una imagen de unidad y estabilidad en un momento crítico para el país.
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