Con una inversión de 160 millones de euros, la iniciativa «Madrid Forestal» se lanza con el objetivo de mejorar significativamente el estado de los bosques en la región. A partir de esta inversión, se destinan más de 52 millones para abordar varias iniciativas clave, entre las que se destaca la intervención en 6.000 hectáreas de entornos naturales y 100 kilómetros de pistas de acceso.
Los profesionales que operen en el terreno están encargados de crear áreas de ruptura de combustible. Estas zonas son cruciales para limitar la propagación de incendios, una preocupación persistente en el contexto de los cambios climáticos y las olas de calor. Además, se supervisará el pastoreo preventivo en áreas designadas, un programa que ya cuenta con más de 21.000 cabezas de ganado. Paralelamente, se realizarán mantenimientos de cortafuegos con maquinaria pesada, podas de árboles y limpieza de caminos.
La iniciativa también aboga por un paisaje más heterogéneo entre espacios urbanos y naturales, además de aplicar un control fitosanitario y un sistema de alerta temprana para la vigilancia del decaimiento de las masas vegetales. Este sistema permitirá la rápida detección de cualquier problema de salud en las especies.
Uno de los movimientos más interesantes de «Madrid Forestal» es la expansión dramática en el aprovechamiento de la madera. El gobierno regional aumentará la disponibilidad de madera de 18.504 a 357.333 metros cúbicos, lo que se traducirá en un incremento del 716% en ingresos, alcanzando los 4,1 millones de euros para finales de 2026. Esta medida, además de ser lucrativa, es fundamental para mantener los bosques en buen estado estructural y sanitario, reduciendo el riesgo de incendios.
Se invertirán 40,7 millones en la creación de tres oficinas de gestión, con el objetivo de mejorar infraestructuras viarias y ganaderas y ofrecer apoyo técnico a propietarios de montes privados. La restauración ecológica también tendrá una dotación de más de 21 millones de euros, enfocada en mejorar la conectividad entre espacios naturales y restaurar hábitats degradados.
Estos ecosistemas forestales desempeñan un papel esencial en el cuidado del medio ambiente. No solo protegen el suelo y mejoran la calidad del agua, sino que ayudan a regular la temperatura y proporcionan una variedad de productos, desde resina natural hasta setas. Además, preservan la biodiversidad y atraen el turismo, generando empleo local y mejorando la salud pública. Es un esfuerzo que no solo apunta a la sostenibilidad, sino también a la prosperidad económica de la región.