En un significativo anuncio realizado desde la sede central de la multinacional GSK en Londres, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, reveló un ambicioso proyecto que posicionará a la región a la vanguardia de la investigación y desarrollo sanitario a nivel mundial. La multinacional, uno de los mayores fabricantes globales de vacunas, ha decidido fortalecer su apuesta por Madrid con una inversión superior a los 4,5 millones de euros, destinada a la instalación de un innovador laboratorio de máxima bioseguridad (BSL-4) en Tres Cantos.
Este nuevo laboratorio se dedicará al estudio de enfermedades infecciosas como la malaria y la tuberculosis, convirtiéndose en el primer centro privado en España de tales características y sumándose al exclusivo grupo de pocos existentes en el mundo. Esta iniciativa no solo subraya la importancia estratégica del sector biotecnológico para la comunidad, sino que también fortalece el actual Centro de I+D de Salud Global de GSK, donde operan 118 investigadores nacionales e internacionales en un entorno que prioriza la máxima seguridad en la investigación de organismos patógenos.
Durante su visita, Díaz Ayuso enfatizó el papel crucial que jugará el nuevo espacio de formación asociado al proyecto. «Queremos que dé respuesta a la industria biotecnológica, a las farmacéuticas, a todo lo que la investigación va necesitando», declaró, destacando la intención de proporcionar soporte continuo a estos centros de investigación y empresas biotecnológicas a través de formación altamente cualificada.
La Comunidad de Madrid ha demostrado su compromiso con el fomento del sector biotecnológico mediante políticas que promueven un entorno favorable a la actividad empresarial, destacando la baja fiscalidad, la reducción de trabas administrativas y el estímulo a la colaboración público-privada. Todo ello, con la integración de universidades y centros de investigación, como el Instituto de Salud Carlos III y el prometedor Centro Nacional de Neurotecnología en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid.
Con este impulso, Madrid reafirma su posición como epicentro de la innovación y el desarrollo biotecnológico, un camino que, según las palabras de sus dirigentes, continuará desarrollándose con miras a la creación de un conocimiento que responda rápidamente a las demandas de un sector en constante evolución.