En un acto solemne celebrado en la Basílica de Jesús de Medinaceli, situada en la emblemática Plaza de Jesús de Madrid, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido distinguida con la medalla de esclava de honor por la Archicofradía Primera de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Este reconocimiento, que subraya la dedicación y el compromiso con las tradiciones religiosas de la región, fue entregado en una ceremonia marcada por la devoción y el respeto a una de las figuras más veneradas de la Semana Santa madrileña.
El acto congregó a numerosos fieles y autoridades locales, que se reunieron para presenciar cómo Díaz Ayuso era honrada con esta distinción, símbolo de un vínculo especial con la figura de Jesús de Medinaceli, cuya imagen es objeto de profundas reverencias y tradición a lo largo del año. La presidenta expresó su agradecimiento por el reconocimiento, destacando el valor histórico y cultural que la cofradía representa para la comunidad madrileña.
La Archicofradía de Medinaceli, una institución con profundas raíces en la tradición litúrgica de la capital, ha mantenido a lo largo de los años el firme propósito de conservar y difundir la devoción al Cristo de Medinaceli, una imagen que cada primer viernes de marzo atrae a miles de devotos en un acto de fe colectivo. En su intervención, Díaz Ayuso manifestó su intención de seguir apoyando el patrimonio cultural y religioso de Madrid, subrayando la importancia de preservar las costumbres que definen la identidad de sus habitantes.
Este evento marca un reconocimiento no solo a la figura política de la presidenta, sino también a su interés por fomentar la diversidad cultural y religiosa en la región, reafirmando el papel de la Comunidad de Madrid como un referente de tradición y modernidad. La medalla de esclava de honor es una muestra más del entrelazamiento entre la administración regional y las instituciones religiosas que, desde hace siglos, conforman el tejido social e histórico de la ciudad.