Durante una visita oficial a Estados Unidos, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha expresado su agradecimiento al alcalde de Miami, Francis Suárez, por el reconocimiento otorgado. En un acto cargado de simbolismo, ha destacado el honor de recibir esta distinción y ha compartido un sentimiento común de rechazo hacia las «imposiciones y la intolerancia» que, según ella, caracterizan a ciertos gobiernos y políticas que solo consiguen dividir y empobrecer.
En su discurso, Díaz Ayuso ha resaltado paralelismos entre Miami y Madrid, subrayando la acogida cálida que ambas ciudades ofrecen a quienes buscan nuevas oportunidades lejos de sistemas opresivos, ya sea el comunismo en algunos casos o el nacionalismo en el caso español. Según ella, estas personas llegan «no solamente a trabajar, sino a aportar», trayendo consigo un deseo ferviente de prosperar y construir nuevas vidas.
La presidenta ha subrayado que quienes eligen vivir en estas metrópolis no deben ser vistos simplemente como extranjeros o turistas, sino como individuos que inician un nuevo capítulo con ambiciones y metas claras. Esta perspectiva, ha afirmado, es un aspecto «precioso» de encontrar refugio y posibilidades en otro lugar cuando las circunstancias lo exigen.
Además, Díaz Ayuso ha enfatizado la necesidad de que se escuche más a las comunidades que comparten una visión común de la vida. Según sus palabras, estos 600 millones de personas, repartidos por el mundo y conectados por lazos culturales y sociales, enfrentan la vida con una visión «más humana, popular y alegre», mereciendo mayor protagonismo en un nuevo orden mundial.
Este intercambio reafirma los lazos culturales y de cooperación entre Miami y Madrid, evidenciando un compromiso mutuo de trabajar juntos por un futuro más próspero para todos, enfocado en valores compartidos de libertad y oportunidad.