La Comunidad de Madrid ha experimentado una temporada de incendios forestales con un reto significativo: el 75% de los incendios registrados han quedado en conato, sin superar una hectárea quemada. Sin embargo, las autoridades han advertido sobre la importancia de permanecer alerta. Desde junio, se han llevado a cabo 180 intervenciones en la región, siendo los incendios en Tres Cantos, que consumió entre 1.700 y 2.000 hectáreas, y Aranjuez, con 300 hectáreas afectadas, los incidentes más destacados.
Ante esta situación, la jefa del Ejecutivo autonómico ha anunciado una serie de medidas para mitigar los efectos devastadores de los incendios. Entre ellas, se ofrecerán ayudas a propietarios privados para reparar los daños en explotaciones y viviendas. Además, se implementarán subvenciones para contratar empleados dedicados a limpiar y reparar las áreas afectadas.
Un apoyo particular será la provisión de cabezas de ovejas de razas autóctonas a los ganaderos impactados, suministradas por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). Asimismo, se reducirá la tarifa de agua durante un año para los dueños afectados, a fin de facilitar la recuperación de las áreas perjudicadas.
Otra medida importante es la sustitución de arizónicas dañadas por otras especies más resistentes al fuego, una iniciativa también liderada por el IMIDRA. Igualmente, se aplicará de oficio la consideración de causa de fuerza mayor para garantizar que los ganaderos afectados puedan acceder a las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), sin enfrentarse a trabas administrativas.
La presidenta Díaz Ayuso ha subrayado la colaboración continua entre la Comunidad de Madrid y las regiones afectadas, destacando que «en la lucha contra el fuego no pueden existir las barreras ni la burocracia». Esta postura resalta el compromiso de las autoridades para enfrentar eficazmente los desafíos del cambio climático y sus efectos en el territorio madrileño.