El encuentro entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, no ha dado los frutos esperados. Esta reunión, la única concedida a la regidora después de cinco años de espera, se celebró el 8 de abril de 2024. A un año de aquel encuentro, Hernández denuncia la falta de avances por parte del gobierno regional en las obligaciones y compromisos adquiridos con la ciudad.
La alcaldesa ha expresado su frustración, calificando la reunión como una «pantomima», donde, según ella, Ayuso habló poco y dejó el protagonismo al consejero de Presidencia. A pesar de las múltiples solicitudes presentadas en este último año, Hernández considera que no se ha producido ningún avance significativo. “Fue un engaño”, sentenció.
Una de las principales preocupaciones para la regidora es la política regional de vivienda. Hernández había insistido en que Getafe fuera declarada zona tensionada para limitar los precios del alquiler. Sin embargo, Ayuso votó en contra de esta medida, que había contado con el apoyo de otros alcaldes de Madrid. La presidenta se ausentó del debate, dejando el asunto en manos del mercado privado. Por otro lado, el Plan Vive, que contemplaba viviendas en suelo público, también ha enfrentado críticas debido a problemas como demoras en entregas y condiciones contractuales desfavorables.
La situación de la Sanidad Pública en Getafe es otro punto de tensión. Hernández advirtió que las urgencias extrahospitalarias del Centro de Los Ángeles continúan la mayoría de los días sin médicos y personal de enfermería, situación que ha provocado colapsos en el Hospital de Getafe. La falta de nueve pediatras afecta a unas 5.000 familias, y también se necesitan médicos de atención primaria en varios centros de la ciudad.
Los problemas en educación no están mejor acercados. La construcción del nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) en Los Molinos sigue en limbo, con alumnos que probablemente no puedan iniciar el curso hasta 2028 o 2029. El gobierno regional tampoco ha dado señales de querer acelerar el proceso.
En términos de movilidad, la esperada conexión del barrio de Los Molinos con la M-45 sigue sin avances, acumulando ya una década de retraso. El Ayuntamiento de Getafe propuso un proyecto viable técnicamente, pero desde la Comunidad de Madrid no ha habido respuesta.
En el ámbito de los servicios sociales, la infrafinanciación continúa siendo una preocupación, especialmente en áreas como discapacidad y dependencia, donde la alcaldesa acusa al gobierno regional de no asumir sus competencias. Asimismo, las cuestiones medioambientales, como la modificación de la Autorización Ambiental de Corrugados y el cierre del vertedero de Pinto, siguen sin resolverse, pese a las requisitorias del Ayuntamiento y las quejas de los vecinos.
Este panorama de inacción por parte de la Comunidad de Madrid ha reforzado el sentimiento de abandono entre los habitantes de Getafe, que veían en el encuentro entre Ayuso y Hernández una oportunidad para empezar a resolver problemas pendientes desde hace años.