El 28 de septiembre, colectivos feministas y ciudadanos comprometidos se movilizaron para exigir el derecho al aborto libre, seguro, gratuito y garantizado en la sanidad pública. Convocados por la Confederación General del Trabajo (CGT), miles de personas se unieron a las manifestaciones en un Día Mundial que subraya la importancia de este derecho como innegociable y esencial.
A pesar de los avances legislativos y los discursos institucionales, CGT denunció que el acceso al aborto continúa siendo desigual y obstaculizado. La organización destacó la creación de un fondo europeo, impulsado por la iniciativa ciudadana “Mi voz, mi decisión”, que busca asegurar el acceso universal al aborto en toda la Unión Europea. Además, celebraron la implementación de zonas de seguridad alrededor de clínicas en diversos países, protegiendo así la privacidad y dignidad de quienes eligen abortar.
Sin embargo, las deficiencias persisten. En España, a dos años de la Ley 1/2023, la objeción de conciencia en bloque todavía impide el acceso al aborto en hospitales públicos. La desigualdad territorial es otro reto, con comunidades autónomas como Aragón y Castilla-La Mancha donde el acceso a servicios de aborto en la sanidad pública sigue siendo limitado. Asimismo, se han denunciado protocolos considerados reaccionarios y una hipocresía política que criminaliza las luchas sociales mientras se permite a grupos anti-derechos actuar impunemente.
Las demandas son claras: garantizar un acceso universal y sin restricciones al aborto en la sanidad pública, establecer zonas seguras alrededor de las clínicas, y asegurar recursos constantes para la implementación de los derechos sexuales y reproductivos. Además, se exige que el aborto sea reconocido como un derecho fundamental, blindado contra influencias conservadoras.
En un manifiesto contundente, CGT y otras organizaciones recalcaron que «nuestros cuerpos no se negocian, nuestros derechos no se regatean». Siguiendo el ejemplo de la marea verde argentina, el movimiento en España se mantiene firme en su objetivo de evitar retrocesos y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.
La jornada fue una reafirmación de compromiso para continuar luchando por la autodeterminación y los derechos reproductivos, recordando que la ola verde permanece fuerte y activa, en España y más allá.
Fuente: CGT