La siniestralidad vial ha experimentado un descenso del 6% durante el verano y un 4% en lo que va del año, según datos recientes. A pesar de esta tendencia alentadora, el Departamento de Tráfico enfrenta varios desafíos importantes. Durante el año pasado, Tráfico logró ingresos récord a través de multas, lo que subraya la continua vigilancia en las vías. Sin embargo, a medida que se trabaja para mantener y mejorar estos logros, surgen nuevas complicaciones que requieren atención urgente.
Uno de los principales retos es la aprobación de una nueva tasa de alcohol, una medida que busca reducir aún más los accidentes relacionados con el consumo de alcohol al volante. Además, las dificultades operativas están presentes, como la problemática con algunos helicópteros encargados de la vigilancia aérea, que enfrentan limitaciones para volar debido a fallos técnicos. La resolución de estos asuntos es crucial para seguir avanzando en la mejora de la seguridad vial y mantener la confianza del público en los sistemas de control y vigilancia.
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