La lluvia obligó a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza y el Trabajo y Nuestra Señora de la Misericordia a tomar una decisión inesperada durante su procesión. El evento, una destacada cita religiosa en Alcalá de Henares, tuvo que regresar al Monasterio de Nuestra Señora de la Esperanza, conocido popularmente como ‘Las Claras’, luego de avanzar solo hasta la calle Gallo.
La procesión, que se caracteriza por su solemnidad y emotividad, fue acompañada este año por figuras políticas locales, incluyendo a la alcaldesa Judith Piquet. Junto a ella, el teniente de alcalde Víctor Acosta y los concejales Antonio Saldaña, Teófilo Lozano y Santiago Alonso también formaron parte del cortejo, demostrando su apoyo a esta arraigada tradición local.
A pesar del cambio en el itinerario, la procesión mantuvo su esencia de recogimiento y dedicación, siendo escoltada por la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre, que se desplazó desde Valladolid para acompañar el paso. Esta agrupación contribuyó con sus melodías a que el ambiente mantuviera la solemnidad y el respeto que caracteriza a este tipo de eventos.
El cielo nublado no impidió que los fieles se reunieran para demostrar su devoción, acompañando con fervor a las imágenes sagradas en un recorrido que, aunque acortado, estuvo lleno de significado para todos los presentes.