La provincia de Valencia se enfrenta a una crisis sin precedentes tras el violento temporal que ha azotado la región desde el martes, dejando a su paso un rastro de destrucción. La noche transcurrió entre el caos y la desesperación, con vehículos apilados, pueblos inundados y carreteras intransitables. Autoridades locales, encabezadas por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, confirmaron la trágica recuperación de cuerpos, aunque optaron por no especificar cifras mientras se intenta contactar a las familias afectadas. Miles de personas permanecen desplazadas, muchos de ellos atrapados sin poder regresar a sus hogares, enfrentando además fallos en las comunicaciones que dificultaron los pedidos de auxilio.
A medida que el nivel del agua comienza a retroceder, los efectos devastadores del temporal se hacen más evidentes. Las comarcas más afectadas incluyen Utiel-Requena, la Hoya de Buñol, l’Horta de Valencia y La Ribera, donde se alcanzaron registros históricos de precipitación. Las críticas a las autoridades no han cesado, con ciudadanos cuestionando la demora en la emisión de alertas y la preparación ante tal fenómeno meteorológico. En medio del desastre, las redes sociales jugaron un papel crucial para movilizar ayuda y rescates, contrastando con las deficiencias en las líneas de emergencia oficiales. La Unidad Militar de Emergencias se unió a los esfuerzos de rescate, mientras los ciudadanos de Valencia, ansiosos, esperan con la llegada del día un balance claro de las pérdidas humanas y materiales.
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