En un reciente y significativo desarrollo judicial, tres individuos han sido arrestados en Taiwán bajo la sospecha de haber robado tecnología propietaria clave relacionada con los procesos de fabricación de chips de 2 nanómetros de TSMC. Este caso representa la primera aplicación de la recientemente enmendada Ley de Seguridad Nacional de Taiwán, diseñada para proteger las llamadas «tecnologías núcleo nacionales».
Las autoridades taiwanesas han expresado «serias sospechas» de que la violación de leyes de seguridad nacional puede haber ocurrido, dado que los secretos sustraídos pertenecen a uno de los sectores más estratégicos de Taiwán: el diseño y fabricación avanzada de semiconductores.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) se ha consolidado en la última década como un líder global en la producción de chips avanzados, controlando más del 90% de los semiconductores más sofisticados del mundo. La importancia estratégica de TSMC convierte sus tecnologías en un objetivo prioritario para competidores internacionales y agentes de inteligencia económica, especialmente en medio de la creciente tensión geopolítica con China y Estados Unidos.
Este caso ha subrayado la fortaleza de la nueva ley contra el espionaje tecnológico. Taiwán ha endurecido su marco penal para quienes intenten apropiarse o comercializar tecnologías que afecten la soberanía o competitividad nacional. La tecnología de 2 nanómetros en particular es crucial, y su filtración podría haber comprometido años de desarrollo y la posición de liderazgo de TSMC frente a competidores como Samsung e Intel.
A los sospechosos se les podrían imponer penas de hasta 12 años de prisión y multas de 3 millones de dólares si se prueba que sus acciones pusieron en peligro los intereses estratégicos del país. No es la primera vez que TSMC enfrenta problemas similares, ya que ha sido víctima de fugas de talento y secretos en ocasiones anteriores, involucrando filtraciones hacia competidores y entidades con vínculos en China continental.
Este caso refuerza el mensaje político y legal de Taipéi: el robo de tecnología avanzada será tratado como un asunto de seguridad nacional. El escándalo se produce en un contexto geopolítico complejo donde el dominio tecnológico es una pieza central en la rivalidad global, destacando a TSMC no solo como un líder industrial, sino también como un componente clave en la estrategia geopolítica de Taiwán.
La defensa del conocimiento estratégico se ha convertido en una prioridad nacional para Taiwán, que busca mantener su liderazgo a pesar de las presiones externas y las tentativas de espionaje industrial.
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