En un tenso debut en Wimbledon, la tenista kazaja Yulia Putintseva se vio envuelta en una situación crítica durante su enfrentamiento con la estadounidense Amanda Anasimova, que terminó con un contundente 6-0 en ambos sets a favor de la rival. Putintseva interrumpió el partido para solicitar la expulsión de un aficionado a quien describió como «peligroso» y «loco», argumentando que podía representar una amenaza. Con preocupación, la tenista de 30 años se dirigió al juez de silla, expresando su inquietud al afirmar que el espectador en cuestión podría estar armado.
A pesar de su solicitud, no está claro si el aficionado fue finalmente desalojado del All England Club. La situación provocó que Putintseva, visible y emocionalmente afectada, llorara en su banco durante el encuentro. Al finalizar el partido, la kazaja se retiró rápidamente, marcando así su adiós a este prestigioso torneo en la primera ronda, después de solo 45 minutos de juego.
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