En el barrio de Carabanchel, Madrid, la situación con los okupas ha escalado a niveles alarmantes. Estas personas, que han ocupado ilegalmente diversas viviendas en un edificio de la calle Excelente, no solo habitan los inmuebles de manera irregular, sino que han desarrollado un negocio lucrativo a partir de esta situación. Según conversaciones obtenidas en exclusiva a través de un grupo de WhatsApp, los okupas han empezado a vender llaves de acceso al garaje por 30 euros, y también se ofrecen para realizar enganches ilegales de calefacción por 10 euros. Estos intercambios ilegales exponen una estrategia de aprovechamiento que va más allá de la simple ocupación de inmuebles, extendiéndose a la explotación de espacios comunitarios y recursos energéticos.
Mientras la ocupación se mantiene, las tensiones dentro y fuera del edificio han derivado en enfrentamientos violentos que involucran a vecinos y okupas. En los dos meses desde el inicio de la ocupación, se han registrado incidentes como agresiones físicas, insultos, y detenciones policiales. Además, el ambiente dentro del grupo de okupas es tenso, con amenazas entre ellos si alguien intenta abandonar el piso que se le vendió de manera ilegal. Mientras Servi-Okupas ha logrado recuperar 21 de las 27 viviendas iniciales, el conflicto persiste, afectando la tranquilidad del vecindario y dejando a la promotora Vivenio bajo presión para actuar. Los residentes del barrio continúan movilizándose, exigiendo una solución definitiva a esta problemática que altera la convivencia diaria.
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