La Copa del Rey volvió a ensombrecerse por un lamentable episodio de racismo durante la semifinal entre el Real Madrid y la Real Sociedad en el estadio Anoeta. El jugador brasileño Vinícius Júnior fue nuevamente víctima de insultos racistas, lo que llevó al árbitro José María Sánchez Martínez a detener temporalmente el partido. En el minuto 46, el encuentro se paralizó después de que el delantero señalara la agresión verbal que estaba sufriendo desde la grada, lo que activó el protocolo correspondiente y motivó un aviso por la megafonía del estadio pidiendo el cese de los insultos. A pesar del tenso incidente, el partido culminó con una victoria para el equipo madridista, que se impuso 0-1 sobre el conjunto local.
La intervención de la Ertzaintza tras una denuncia de LaLiga ha resultado en la identificación de dos jóvenes de 19 años, considerados los autores de las agresiones racistas. La investigación incluyó un detallado análisis de las imágenes captadas durante el partido y un peritaje de lectura de labios. La reacción rápida de LaLiga, que se ha comprometido a seguir monitorizando el comportamiento en los estadios y denunciando actos de este tipo ante las autoridades, subraya su esfuerzo por erradicar el racismo del fútbol. La entidad ha declarado su intención de seguir colaborando con la justicia para garantizar que estas conductas no queden impunes, buscando que el fútbol sea un ambiente seguro y respetuoso para todos los asistentes y participantes.
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