En un episodio insólito que refleja la creciente preocupación por la seguridad en las calles, un tendero decidió cerrar su tienda con clientes dentro para protegerse de los disturbios que se originaron en las inmediaciones de su negocio. El incidente tuvo lugar en un barrio concurrido de Madrid, donde la situación se tornó tensa y amenazante debido a una manifestación que degeneró en actos vandálicos. Los presentes en la tienda relataron momentos de nerviosismo, pero finalmente agradecieron la decisión del comerciante que evitó que ninguno saliera herido.
La policía local intervino para controlar la situación en las calles adyacentes, dispersando a los manifestantes y restableciendo el orden. Mientras tanto, los clientes permanecieron a salvo en el interior del establecimiento hasta que los agentes garantizaron que era seguro salir. Este suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad en las áreas comerciales de la ciudad y la necesidad de desarrollar estrategias efectivas para proteger a comerciantes y consumidores durante disturbios inesperados.
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