Salvatore Vespertino fue condenado a cadena perpetua por su participación en un atentado con bomba ocurrido en Florencia en 2017. La sentencia fue dictada tras un juicio que analizó las pruebas presentadas, siendo el ADN uno de los elementos clave que permitió su identificación y vinculación con el acto terrorista. Según las autoridades, el atentado dejó varios heridos y causó una gran conmoción en la comunidad local, afectando tanto a residentes como a turistas que se encontraban en la zona en ese momento. Este caso ha sido objeto de atención internacional debido a la naturaleza del crimen y al avance en las técnicas forenses utilizadas para resolverlo.
Durante el proceso judicial, la defensa trató de cuestionar la validez de las pruebas de ADN, argumentando posibles errores en su recolección y manipulación, sin embargo, el tribunal consideró contundentes las evidencias presentadas por la fiscalía. Además del análisis genético, se presentaron grabaciones de cámaras de seguridad y testimonios de testigos que ayudaron a reconstruir los hechos y a establecer la culpabilidad de Vespertino. Este caso pone de relieve la importancia de la ciencia forense en la resolución de crímenes complejos y marca un precedente en el uso de tecnología avanzada para combatir el terrorismo en Europa.
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