Una madre en Madrid se llevó una sorpresa alarmante al descubrir fragmentos de vidrio en la comida de su hijo de diez meses. El incidente ocurrió mientras la mujer, residente del barrio de Chamberí, alimentaba al bebé con un potito comprado en un supermercado local. Inmediatamente después de detectar las partículas extrañas, detuvo la alimentación del infante y revisó el producto minuciosamente para confirmar la presencia de los peligrosos fragmentos. Afortunadamente, el bebé no llegó a ingerir el vidrio y se encuentra en buen estado de salud.
Las autoridades sanitarias han sido notificadas y están llevando a cabo una investigación exhaustiva para identificar el origen de la contaminación. El producto ha sido retirado de las estanterías del establecimiento mientras se realizan las diligencias pertinentes. La madre ha expresado su preocupación y ha instado a otros padres a prestar atención al alimentar a sus hijos con productos envasados. Por su parte, la empresa fabricante ha emitido un comunicado en el que asegura colaborar plenamente con las autoridades para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de sus productos.
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