En un operativo que subraya la creciente preocupación por la influencia del crimen organizado internacional en Ecuador, las autoridades lograron la captura de un joven sospechoso vinculado a una red de sicarios provenientes de México. La detención se produjo tras una serie de acciones coordinadas, desencadenadas cuando los servicios de Inteligencia ecuatorianos detectaron la infiltración de estos criminales profesionales en el país. Este suceso ha puesto en evidencia el aumento de la colaboración entre grupos delictivos ecuatorianos y carteles extranjeros, lo que plantea un desafío significativo para la seguridad nacional.
El Gobierno de Ecuador, al activar todas las alertas, mostró una rápida respuesta ante la amenaza que representan las organizaciones criminales transnacionales. La llegada de sicarios mexicanos no solo es una señal de la peligrosidad que enfrenta el país, sino que también refleja los tentáculos del narcotráfico internacional que buscan consolidar rutas y operaciones en el territorio ecuatoriano. Este caso en particular ha generado un debate interno sobre las medidas que deben implementarse para fortalecer la seguridad e impedir que Ecuador se convierta en un punto estratégico para el crimen organizado.
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