La detención del jefe del Mando de Inteligencia de Defensa de Corea del Sur, el general Moon Sang Ho, y de su predecesor, Noh Sang Won, ha generado un intenso revuelo en el país. Esta acción se produce en el contexto de una investigación relacionada con la declaración de la ley marcial por parte del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, una medida que fue de inmediato revocada por el Parlamento surcoreano, el cual posteriormente decidió destituir al mandatario. Según informes de la agencia Yonhap, la Policía sospecha que Moon pudo haber colaborado en el despliegue de fuerzas en la Comisión Electoral Nacional en Gwacheon poco después del anuncio, indicando posible conocimiento previo del plan de declarar la ley marcial.
Por su parte, Noh Sang Won, vinculado como colaborador cercano del ex ministro de Defensa Kim Yong Hyun, está bajo investigación para determinar su posible implicación en los preparativos ordenados para decretar la ley marcial. El Partido Demócrata, principal fuerza opositora, sostiene que esta acción fue coordinada con los altos mandos de Defensa. Mientras se lleva a cabo el proceso de interrogatorio, que puede prolongarse hasta 48 horas, el presidente Yoon ha reafirmado su firme postura de no dimitir, a la espera de que la decisión sobre su destitución se ratifique por el Tribunal Constitucional, mientras ha proclamado seguir trabajando por el país a pesar de las críticas.
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