En la ciudad de Mulhouse, Francia, un hombre armado con un cuchillo ha perpetrado un ataque que las autoridades están investigando como un acto terrorista. El incidente resultó en la muerte de una persona que intentó intervenir, además de dejar a tres policías municipales heridos. El agresor, un extranjero de 37 años fichado por terrorismo y sujeto a una orden de expulsión del país, lanzó el ataque gritando «Alá Akbar» y fue rápidamente detenido. La Fiscalía Nacional Antiterrorista ha asumido el control de la investigación y ha desplazado a un magistrado al lugar para supervisar las pesquisas que se centran en un delito de asesinato terrorista y tentativa de asesinatos terroristas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha condenado el ataque desde París, donde se encontraba en una visita oficial. En su declaración, reafirmó su compromiso inquebrantable para acabar con el terrorismo en el país, destacando los esfuerzos realizados por el Gobierno en los últimos años. Macron envió un mensaje de condolencia a la familia de la víctima fallecida y subrayó la necesidad de continuar con el trabajo antiterrorista. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, también se desplazó a Mulhouse para seguir de cerca la evolución de los acontecimientos. El ataque ha reavivado el debate sobre la seguridad y la lucha contra el extremismo en Francia, un país todavía marcado por el recuerdo de varios atentados terroristas en años recientes.
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