La Policía Nacional ha detenido a Kike Salas, jugador del Sevilla FC, bajo la sospecha de haber provocado intencionadamente tarjetas amarillas en partidos de Primera División para beneficiar a personas cercanas a él económicamente a través de apuestas deportivas. La investigación, que ha sido confirmada por un juzgado de Morón de la Frontera, implica un presunto delito de estafa, dado que supuestamente sus amigos y familiares realizaron apuestas amañadas con una ganancia aproximada de 10.000 euros en un mes. El arresto del futbolista, quien ha decidido no declarar, se produjo después de un entrenamiento, y tras las diligencias iniciales, fue puesto en libertad a la espera de una citación judicial. La investigación está a cargo del Centro Nacional Policial para la Integridad en el Deporte y las Apuestas, que considera que los últimos partidos de la pasada temporada fueron susceptibles de manipulación.
Según las investigaciones, Salas habría acordado con varios amigos provocar tarjetas amarillas durante los partidos de la Liga para facilitar las apuestas. En concreto, se observó un patrón sospechoso en las últimas jornadas de la temporada pasada, donde el jugador fue amonestado casi en cada partido. Este periodo es considerado por los expertos como propicio a este tipo de fraudes, ya que, en ocasiones, ciertos equipos ya no tienen objetivos concretos por los cuales competir, permitiendo así que algunos jugadores participen en este tipo de maniobras. En respuesta, LaLiga ha decidido formar parte del proceso judicial como acusación para esclarecer los hechos. Kike Salas, jugador conocido por su versatilidad en el campo, acumuló un total de diez tarjetas amarillas en la temporada 2023-2024, coincidiendo con la difícil campaña del Sevilla, quien no contaría con el jugador para el próximo encuentro contra el Girona.
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