El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, ha anunciado en la televisión pública la detención de dos ciudadanos españoles, supuestamente espías del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, acusados de planear la compra de armas y asesinatos. Cabello, considerado una figura del sector más duro del régimen, aseguró que los detenidos estaban implicados en actividades subversivas vinculadas a grupos opositores. Sin embargo, fuentes de la Moncloa desmintieron que los arrestados sean agentes del CNI y afirmaron estar verificando sus identidades y nacionalidades. La embajada española en Caracas ha solicitado acceso a los detenidos para confirmar estos datos y brindarles asistencia.
El anuncio de Cabello se produjo en un momento de alta tensión entre España y Venezuela. La reciente negociación que permitió el exilio a Madrid del opositor Edmundo González, considerado un perseguido político, no apaciguó completamente las relaciones bilaterales. Declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien calificó al gobierno venezolano de dictadura, avivaron la discordia, provocando consultas diplomáticas entre ambos países. El nuevo señalamiento de espionaje y subversión contra ciudadanos españoles por parte del régimen de Nicolás Maduro añade un capítulo adicional a la ya complicada relación diplomática entre ambos gobiernos.
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