Durante su luna de miel, un grupo de aficionados del Valencia CF se manifestó frente a un hotel que creían pertenecía a Peter Lim, máximo accionista del equipo, desplegando pancartas y pegatinas con el mensaje «Lim go home». Este acto refleja el descontento persistente de los seguidores del club con la gestión de Lim, que ha sido objeto de críticas desde hace tiempo por las decisiones administrativas que, según los aficionados, han afectado negativamente el rendimiento del equipo. Los hinchas han aprovechado esta luna de miel para visibilizar su frustración, incluso en un lugar tan inusual como un hotel durante un viaje personal.
Este tipo de protestas no son nuevas en el contexto del Valencia CF, donde las tensiones entre la afición y la administración han sido frecuentes en los últimos años. La relación entre los seguidores y el propietario se ha deteriorado, con acusaciones de falta de inversión adecuada en el equipo y de gestión empresarial enfocada más en beneficio personal que en el interés deportivo del club. La manifestación en el hotel subraya el nivel de enojo que continúa creciendo entre los seguidores, quienes buscan aumentar la presión sobre Lim para que reconsidere su papel en el club o, incluso, venda su participación.
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