Esta semana, Colombia vivió momentos de tensión y alivio con la liberación de Manuela Bedoya y Luna Barreto, dos activistas colombianas que fueron detenidas por Israel durante su participación en la Global Sumud Flotilla, que llevaba ayuda humanitaria a Gaza. El presidente Gustavo Petro y la canciller Yolanda Villavicencio estuvieron activos en la búsqueda de su liberación, asegurándose de que ambas regresaran en buenas condiciones de salud. Este caso despertó críticas hacia el trato recibido por los activistas, con denuncias de abusos por parte del ejército israelí. La situación en Gaza fue destacada por Greta Thunberg, quien argumentó que la atención debe centrarse en el conflicto en curso en la región.
El incidente resuena en Colombia, donde familias de 38 compatriotas detenidos en Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro demandan acciones similares del gobierno de Petro. Estas detenciones, calificadas como arbitrarias, han mantenido a los prisioneros incomunicados, generando apelaciones de sus familiares para que el presidente intervenga directamente. La canciller Villavicencio reveló que están gestionando su liberación, con un enfoque en garantizar sus derechos legales. Mientras tanto, el presidente Petro se ha mostrado activo en redes sociales, debatiendo diversas cuestiones nacionales e internacionales, lo que no ha eludido críticas sobre la eficacia y sensibilidad de su intervención digital.
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