Miembros del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) afirmaron que solicitaron que se notificara a la población desde las 18 horas del 29 de octubre, debido a una situación que requería acción inmediata. Sin embargo, los ciudadanos no recibieron el aviso de manera oportuna debido a un extenso debate técnico que retrasó el proceso. Este retraso ha sido objeto de críticas, ya que se considera que la comunicación temprana podría haber reducido el impacto de los eventos subsecuentes. La controversia se centra en la discrepancia entre la necesidad de decisiones rápidas en situaciones de emergencia y el tiempo que se dedicó a debates técnicos internos.
La situación ha puesto de relieve la importancia de protocolos eficientes y ágiles para la comunicación de emergencias, especialmente en circunstancias que demandan rapidez en la toma de decisiones. El CECOPI subraya la necesidad de revisar y mejorar sus procedimientos para garantizar que las alertas se emitan con la rapidez necesaria en el futuro. La tardanza en la difusión del aviso ha suscitado un debate más amplio sobre la necesidad de equilibrio entre la deliberación técnica y la acción eficaz, sugiriendo posibles ajustes en el protocolo para evitar que debates internos obstaculicen la seguridad pública en futuras emergencias.
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