Israel y Estados Unidos están trabajando en un nuevo sistema de distribución de alimentos en Gaza, que operaría al margen de las actividades humanitarias de la ONU. Este plan busca establecer un mecanismo independiente para asegurar que la ayuda llegue de manera más eficiente a la población afectada en la región. Fuentes cercanas a la iniciativa indican que la medida pretende reducir los intermediarios y asegurar una entrega más directa y controlada de los recursos alimentarios.
El sistema propuesto ha generado preocupaciones y críticas en la comunidad internacional, especialmente entre aquellos que consideran que debe haber una supervisión global para garantizar la transparencia y equidad en la distribución de la ayuda. La ONU, que ha sido un actor clave en proporcionar ayuda humanitaria en Gaza, aún no ha emitido una respuesta oficial, pero observadores advierten que este cambio podría afectar la dinámica de cooperación y coordinación en la región. Las discusiones entre los gobiernos involucrados continúan en un intento por definir los detalles del plan y tratar de abordar las preocupaciones existentes.
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