En los juzgados andaluces, esta semana se destacará el juicio contra Fernando Villén, ex director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), y Antonio Torres García, ex alcalde socialista de Lebrija. Ambos enfrentan acusaciones de prevaricación y malversación, derivadas de la contratación «injusta y arbitraria» de Torres García en la Faffe. Según las investigaciones, Torres obtuvo un cargo directivo sin cumplir con los principios de igualdad, mérito y capacidad, simplemente por la estrecha relación personal y política con Villén. Además, se señala que Torres García cobró cerca de medio millón de euros sin haber acudido a trabajar, utilizando estos fondos para comprar una vivienda lujosa en el centro de Sevilla.
La Audiencia de Sevilla, que ya había condenado a Villén a seis años de cárcel el año pasado por malversación y falsedad documental debido a pagos en prostíbulos con tarjetas de la Faffe, será la encargada de este nuevo juicio. El juez José Ignacio Vilaplana ha señalado que existen claros indicios de criminalidad que vinculan a Villén y Torres García con los delitos imputados. La contratación de Torres en la Faffe, sin proceso de selección ni valoración de aptitudes, y la creación de un puesto directivo inexistente y sin estructura real, refuerzan las acusaciones de prevaricación y malversación que pesan sobre ambos exfuncionarios.
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