Investigadores de la Universidad de Harvard han identificado la importancia de un desayuno equilibrado para evitar la fatiga a media mañana y optimizar el rendimiento en las tareas diarias. Según los expertos, incorporar alimentos ricos en proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables puede proporcionar el impulso energético necesario para mantenernos activos durante el día. La inclusión de frutas, granos enteros y lácteos bajos en grasa también se recomienda para asegurar un suministro constante de energía. Además, sugieren evitar desayunos cargados de azúcares refinados, que pueden causar un aumento rápido de energía seguido de una caída abrupta, lo que contribuye a la sensación de agotamiento.
El estudio destaca que un buen desayuno, más allá de aportar energía, promueve la concentración y mejora el estado de ánimo, ayudando a enfrentar el día con mayor claridad mental y resistencia al estrés. Se enfatiza la importancia de crear un hábito de desayuno regular y variado, que no solo mejore el rendimiento físico y mental, sino que también favorezca una mejor salud a largo plazo. Los especialistas aconsejan prestar atención a las señales del cuerpo y ajustar los hábitos alimenticios para mantener un equilibrio energético adecuado, asegurando que el desayuno sea un componente clave en una rutina saludable.
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