La nueva película de Alejandro Amenábar, «El cautivo», ha reavivado el debate sobre la posible homosexualidad de Miguel de Cervantes durante su cautiverio en Argel, un tema que ha suscitado tanto curiosidad como controversia. Amenábar, conocido por su visión artística y narrativa, presenta una interpretación del autor de «Don Quijote» en un contexto que sugiere relaciones más íntimas con ciertos personajes, incluidos sus captores. Para otorgar autenticidad a la proyección, el director contó con la asesoría de José Manuel Lucía Megías, un reconocido catedrático de Filología Románica, quien ha escrito extensamente sobre la vida de Cervantes y plantea que, si bien no hay pruebas concretas de su homosexualidad, las teorías han cobrado vida desde tiempos de Cervantes y a lo largo de los siglos.
Lucía Megías advierte que los rumores sobre la sexualidad de Cervantes nacen de un contexto cultural en el que se mezclaban la enemistad con contemporáneos como Lope de Vega y las percepciones de la sociedad sobre las relaciones en entornos de cautiverio. Si bien el debate sobre la homosexualidad del escritor tiene raíces históricas, el experto aclara que no se pueden validar muchas de las afirmaciones que circulan hoy. La película desafía la narrativa tradicional de Cervantes como un héroe cristiano intachable, proponiendo un nuevo diálogo sobre su vida personal y sexualidad que invita a los historiadores a investigar más a fondo. Megías enfatiza que, más allá de establecer una etiqueta, lo crucial es explorar las complejidades de la sexualidad en el contexto de su época.
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