En una operación policial llevada a cabo recientemente, se desmanteló una infraestructura localizada en una finca rural en Torrelaguna, al norte de Madrid, la cual funcionaba como guardería de estupefacientes para un grupo criminal. Las autoridades descubrieron que la propiedad, aparentemente inofensiva desde el exterior, albergaba sofisticados sistemas de almacenamiento y distribución de drogas. Según fuentes policiales, la ubicación estratégica de la finca permitía a los delincuentes operar con discreción, alejados de las aglomeraciones urbanas, lo que complicaba su detección por las fuerzas de seguridad.
El operativo culminó con la detención de varios miembros de la organización, los cuales están siendo investigados por su participación en el tráfico de drogas a gran escala. Durante la intervención, los agentes incautaron una cantidad significativa de sustancias ilícitas, además de equipos y tecnología utilizados para el pesaje y la preparación de estas. Esta acción representa un golpe significativo para la red criminal, que utilizaba esta guardería como punto crucial para la distribución de drogas en la región. Las autoridades continúan con las averiguaciones para desentrañar por completo el entramado delictivo y prevenir futuras operaciones similares en la zona y sus alrededores.
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