En una preocupante tendencia que sigue creciendo, la información personal y financiera de individuos puede ser adquirida en la internet oscura por precios que van desde los 10 hasta los 500 euros por identidad. Este comercio ilícito incluye datos como números de tarjetas de crédito, identificaciones personales y contraseñas, convirtiéndose en un negocio altamente lucrativo para los cibercriminales. Según expertos, la facilidad con la que se puede acceder a esta información resalta las vulnerabilidades en la seguridad de datos personales y la urgencia de implementar medidas más robustas para proteger a los usuarios en el mundo digital.
Las autoridades están cada vez más preocupadas por el impacto que este mercado negro de datos puede tener en la privacidad de las personas y en la economía. La venta de información robada no solo pone en riesgo la seguridad financiera de las víctimas, sino que también alimenta otros tipos de fraudes y delitos cibernéticos. A pesar de los esfuerzos por parte de gobiernos y organizaciones para aumentar la seguridad cibernética, el dinámico y siempre cambiante panorama del cibercrimen sigue desafiando a los sistemas de seguridad existentes, subrayando la necesidad de una colaboración global más efectiva en la lucha contra el tráfico de datos personales en la red.
Leer noticia completa en El Mundo.