Este fin de semana, Madrid se enfrenta a un importante fenómeno de ingeniería urbana: el desmantelamiento de la deteriorada pasarela peatonal de San Pol de Mar. Tras su clausura en 2022 debido a preocupaciones de seguridad, la estructura será retirada de manera definitiva, marcando un paso crucial en la mejora de la infraestructura de la capital. Este movimiento busca no solo eliminar un elemento en mal estado, sino también asegurar un tránsito más seguro y fluido entre los márgenes de la M-30.
Los trabajos de demolición están programados para comenzar a las 23:00 horas del sábado 23 y finalizarán antes de las 17:00 horas del domingo 24. Durante este tiempo, es necesario efectuar diversas desviaciones y cortes a la altura del kilómetro 19,5 de la M-30, lo que ha suscitado un detallado plan de movilidad para mitigar las consecuencias en el tráfico. Entre los cortes planificados se encuentran el cierre de la salida de la Casa de Campo desde la glorieta de las Moreras, la calzada exterior por la salida a San Pol de Mar, y la calzada interior.
Para facilitar la circulación durante este periodo, se han diseñado varios itinerarios alternativos. Entre ellos se destaca el desvío del tráfico de la calzada interior hacia la cuesta de San Vicente, permitiendo a los conductores tomar el paseo de la Florida y la avenida de Valladolid hasta el puente de los Franceses. Asimismo, quienes circulen desde la A-5 hacia la calzada interior de la M-30 podrán cruzar el barrio de San Pol de Mar hasta enlazar con el recorrido mencionado.
El proceso de desmantelamiento contempla cortar y desplazar la pasarela hacia la calzada exterior antes de proceder a su segmentación y transporte en camiones. Este operativo requerirá mantener ciertos puntos de la M-30 fuera de servicio hasta su finalización, incluyendo específicamente la M-30 exterior y el corte de Casa de Campo.
La ejecución de este ambicioso proyecto de ingeniería urbana cuenta con un presupuesto de 107.000 euros. Una inversión significativa que no solo apunta a la mejora de la infraestructura local, sino que también refleja el compromiso del Ayuntamiento de Madrid con la seguridad vial y el bienestar de sus habitantes. Con el desmantelamiento completo, los planes futuros ya se encuentran en marcha para desarrollar un paso alternativo que asegure una conexión óptima entre ambos lados de la autopista.