Este fin de semana, el Ayuntamiento de Madrid llevará a cabo una compleja operación de ingeniera en una de las arterias más transitadas de la capital. La eliminación del pórtico central de la antigua pasarela peatonal que cruza la A-2, entre la avenida de Bruselas y la calle del Corazón de María, se realizará a partir de esta madrugada y hasta la noche del domingo, generando varios cortes de tráfico que afectarán a miles de conductores.
Desde las 2:00 horas del 26 de abril, el flujo vehicular será interrumpido en la calzada central de la A-2, en ambos sentidos, lo que obligará a los conductores a utilizar la vía de servicio y el lateral de la avenida de América. Además, quedará clausurada temporalmente la salida 5A de la M-30, así como el túnel de María de Molina en dirección salida. Los automovilistas podrán seguir transitando por la M-30 hacia la avenida de América tomando las salidas alternativas que se han dispuesto específicamente para esta ocasión.
El domingo será un día igualmente decisivo en estos trabajos, ya que se procederá a instalar el último tramo de la nueva pasarela, localizada a pocos metros de la antigua. Esta estructura moderna promete mejorar la conectividad entre los distritos de Chamartín y Salamanca, aportando accesos más diversos y eficaces. En Chamartín, habrá dos rampas en Corazón de María y Santa Hortensia, además de una escalera que configurará una pequeña plaza elevada. En Salamanca, los accesos incluirán una rampa en la avenida de Bruselas y una escalera en la avenida de América.
Durante la obra, las líneas 114, 115 y N4 de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid modificarán sus itinerarios. Para más detalles sobre las alteraciones en el transporte público, los usuarios pueden consultar el sitio web de EMT Madrid, aunque se recomienda enfáticamente el uso del transporte público para evitar las inevitables congestiones.
Para el lunes, se espera que la circulación en la A-2 retorne a la normalidad, tras haber desviado el tráfico durante todo el fin de semana para facilitar estos trabajos. Esta intervención no solo marca un avance significativo en la modernización del viario municipal, sino que también refleja un esfuerzo de adaptación urbana que beneficia a peatones y conductores por igual. En las próximas semanas, las tareas restantes, como la jardinería y urbanización de accesos, finalizarán sin perturbar el tráfico, concluyendo así una fase crucial para mejorar la infraestructura peatonal de Madrid.