La Policía Nacional ha desmantelado una organización criminal que logró defraudar 1,4 millones de euros mediante la obtención de créditos con datos robados de clientes de una empresa inmobiliaria de Madrid. La banda, compuesta por 15 personas, estaba liderada por empresarios con antecedentes en la compraventa de vehículos. Utilizaban identidades falsas para solicitar préstamos y adquirir 32 automóviles, que posteriormente vendían en países como Francia, Portugal y Argelia. Además, su actividad les permitió operar mediante 61 cuentas bancarias que ahora han sido bloqueadas. Durante la operación Roca-Bujía, las autoridades recuperaron 13 de estos vehículos y continúan investigando el alcance de sus transacciones delictivas.
El grupo criminal se infiltró en la base de datos de la empresa a través de un ex empleado, accediendo a la información de clientes de clase media alta, quienes aparecieron como solicitantes de préstamos sin su conocimiento. Su modus operandi era principalmente digital, alterando documentos y evitando el contacto físico hasta ser necesario, para así minimizar los riesgos de detección. En paralelo a los créditos fraudulentos, adquirían coches de gama medio-alta y algunos de lujo, como Ferrari y Tesla, hallados posteriormente en una exposición en el complejo policial de Canillas. La clave del éxito policial fue la detección rápida de vehículos estacionados durante periodos prolongados, los cuales, tras un periodo de «enfriamiento», eran sacados de España y colocados mediante una red internacional de ventas. Además de los delitos de estafa y usurpación de identidad, los detenidos enfrentan cargos de pertenencia a una organización criminal y falsificación documental.
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