Las manchas amarillas en la ropa guardada son un desafío común, especialmente al cambiar de temporada. La acumulación de humedad y la falta de ventilación suelen ser las culpables, afectando a prendas que pasan meses en el cajón. Sin embargo, un truco casero promete restaurar la frescura de estas prendas con ingredientes disponibles en el hogar.
El método comienza con una mezcla de agua tibia, bicarbonato de sodio y jugo de limón. Se deben combinar cuatro cucharadas de bicarbonato con el jugo de un limón hasta formar una pasta suave. Esta mezcla se aplica directamente sobre las manchas amarillas, asegurando que la zona afectada quede bien cubierta.
Dejar actuar la pasta durante aproximadamente una hora es crucial. Posteriormente, se recomienda lavar la prenda a mano o en la lavadora, siguiendo las instrucciones de cuidado. Además de eliminar las manchas, este proceso deja un refrescante aroma a cítricos.
Es importante realizar una prueba en una parte pequeña de la prenda antes de aplicar el tratamiento completo para evitar afectar el color o la textura de los tejidos.
Para prevenir futuras manchas, es aconsejable almacenar la ropa en un ambiente seco y ventilado. Usar bolsas de tela en lugar de plástico y asegurarse de que las prendas estén limpias antes de guardarlas puede ayudar significativamente a mantenerlas en buen estado.
Con esta técnica sencilla y accesible, la eliminación de manchas amarillas es una tarea efectiva y libre de productos químicos agresivos, permitiendo recuperar prendas favoritas con facilidad.