El número de personas con fortunas superiores a 30 millones de euros en España ha aumentado nuevamente, alcanzando un total de 852 superricos. Estas grandes fortunas, situadas mayormente en comunidades donde no se tributa por patrimonio, han sido parcialmente gravadas por el impuesto de solidaridad, que recaudó 630 millones de euros el pasado año. Sumados al impuesto de patrimonio, las arcas españolas ingresaron cerca de 1.900 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno ha anunciado que planea implementar una mayor presión fiscal sobre los más acaudalados, aunque no se han revelado detalles específicos sobre las nuevas medidas impositivas.
La ofensiva fiscal no se detiene en los superricos; también afecta a aquellos con más de un millón de euros en patrimonio, excluyendo la vivienda habitual. Este grupo ha crecido a 251.000 personas, casi seis puntos más que el año pasado. Estas políticas buscan compensar las disparidades fiscales autonómicas y aumentar la recaudación entre los contribuyentes con mayores recursos, en un intento de lograr una mayor justicia fiscal en el país.
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