La unidad ecuestre de la Policía Nacional, establecida en Madrid, es la más antigua del cuerpo y ha desempeñado un papel crucial en la seguridad de la ciudad. Fundada hace más de un siglo, su misión principal ha sido la vigilancia y el control del orden público, especialmente en eventos multitudinarios. Los agentes a caballo no solo son una presencia disuasoria por su visibilidad y movilidad, sino que también sirven para acercar a la policía a la comunidad, fomentando una relación de confianza con los ciudadanos.
A lo largo de los años, esta unidad ha evolucionado tanto en sus técnicas de entrenamiento como en el cuidado de los caballos, asegurando su bienestar y efectividad en el servicio. Además, su labor ha sido reconocida en múltiples ocasiones por su contribución a la seguridad urbana y la tradición que representa dentro del cuerpo policial. Con un legado que combina historia y modernidad, la unidad ecuestre continúa desempeñando un papel vital en el mantenimiento del orden en la ciudad de Madrid, adaptándose a los nuevos desafíos de una metrópoli en constante cambio.
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