El mundial de rugby de 2023 está en pleno apogeo, congregando a equipos de todo el mundo en una exhibición de destreza, fuerza y estrategia deportiva. El torneo se lleva a cabo en Francia y ha capturado la atención de aficionados y especialistas, quienes siguen de cerca el desempeño de los equipos favoritos, como Nueva Zelanda, Sudáfrica e Inglaterra. Cada partido cobra suma importancia en la carrera por el codiciado título, intensificando la competencia y mostrando el nivel al que ha llegado el rugby internacional. En esta edición del mundial, Francia, como país anfitrión, espera hacer historia en su propio terreno, aunque enfrenta fuertes rivales que buscan arrebatarles cualquier posibilidad de victoria.
El impacto de este torneo va más allá de los terrenos de juego, siendo un motor económico significativo para Francia y un escaparate mundial para el rugby como deporte en crecimiento. Los estadios han experimentado una asistencia masiva, con fanáticos de diferentes rincones del planeta generando un ambiente vibrante y multicultural. Las transmisiones en vivo han tenido altas audiencias, mostrando una expansión del interés global por el rugby, que tradicionalmente ha sido más popular en determinados países. Paralelamente, el mundial también plantea debates sobre la salud y la seguridad de los jugadores, ya que el contacto físico es extremadamente intenso. A medida que el torneo avanza, el foco está puesto no solo en quién levantará finalmente la copa, sino también en el legado que dejará este mundial en la promoción y desarrollo del rugby a nivel mundial.
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