La Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) ha decidido retirarse temporalmente de las conversaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, debido a serias dispuestas sobre la dirección de las negociaciones. Cedric Schuster, ministro de Medio Ambiente de Samoa y presidente de la AOSIS, declaró a la BBC que la delegación esperaba un acuerdo justo pero se sienten ignorados. Esta decisión amenaza con obstaculizar la publicación de una declaración final del evento. La raíz del problema se encuentra en una disputa sobre la financiación destinada a combatir el cambio climático, ya que mientras los países ricos ofrecen 300.000 millones de dólares anuales, la AOSIS exige 500.000 millones. Jiwoh Emanuel Abdulahi, portavoz de los países menos desarrollados, también expresó intención de retirarse hasta alcanzar un acuerdo justo.
Las tensiones aumentaron cuando Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, mostró su frustración por el estancamiento de las resoluciones climáticas y criticó a algunos países ricos en combustibles fósiles por impedir avances significativos. Baerbock insistió en que todos los grandes emisores, incluidos China y Arabia Saudí, deben comprometerse a aportar más recursos. A pesar de las dificultades, el representante estadounidense John Podesta y el comisario de Acción Climática de la UE, Wopke Hoekstra, han expresado su optimismo en lograr un acuerdo final. Sin embargo, ecologistas como Greenpeace y Ecologistas en Acción consideran que las propuestas actuales son insuficientes para abordar la crisis climática de manera efectiva. Se prevé que los países desarrollados asuman una mayor responsabilidad, comprometidos a proporcionar 250.000 millones anuales, en un intento por movilizar un total de 1,3 billones de dólares para 2035.
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